miércoles, 13 de abril de 2011

REFORMAS, REFORMAS Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA?


Ahora que he tenido la oportunidad de adentrarme en el Derecho como disciplina, como politólogo y administrador público de origen, veo de forma clara la manera de hacer leyes en nuestro país, es realmente preocupante que nuestros hacedores de leyes, realicen estas con estudios débiles y en general de acuerdo a los intereses políticos, pero más que esas leyes busquen desarrollar un mecanismo como dirían algunos "maquiavélico"(malinterpretado como diabólico) con grandes objetivos, por el contrario son objetivos y visiones mediocres y de corto plazo. El llamar la atención con una ocurrencia es la mejor manera de calificar dichas leyes creadas sólo para hacerse notar, con el fin de mantenerse vigentes y preservar el poder o el poder competir después por otro cargo. En ese sentido vemos leyes que más que favorecer a la sociedad, entorpecen su desarrollo o la perjudican, o que simple y llanamente son basura o letra muerta, inviable para una sociedad como la nuestra pero que se quiere hacer mostrar que se trabaja. No, no se deben hacer leyes al vapor y al por mayor, que en nada ayudan a la viabilidad del Estado Mexicano y su buen funcionamiento, en lugar de ello se entorpece sus funciones, esto trae como consecuencia que se realicen leyes que crean políticas de gobierno, las cuáles al momento de su puesta en práctica son inoperables, por que no se sabe si la Administración Pública puede llevarlas a cabo y cuyos estudios son parciales y no son respuestas integrales, en este sentido debe existir un equilibrio y un desarrollo conjunto entre legisladores y Administradores para poder impulsar de manera apropiada leyes que realmente puedan operarse y obtengan resultados favorables. Sin embargo donde se necesita una gran transformación y un desarrollo constante es en la misma Administración Pública, ya que hoy en día se nos mencionan reformas laborales, hacendaría, de seguridad e impartición de justicia, pero en materia de Administración Pública es realmente escaso. Que decir del Distrito Federal que se piensa en una Reforma Política y nunca se ha hecho un avance real en la A.P. local, se piensa en constituir al D.F. como estado, cuando su organización administrativa permanece como cuando gobernaba Camacho Solis. La única vez que se planteó algo fue en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el cuál proponía una "Revolución Administrativa", algo que obviamente nunca sucedió. Antes que proponer monstruos y experimentos jurídicos se debe desarrollar un plan transexenal, un proyecto de ciudad, de nación, sobre que es lo que se quiere?, hacia donde se quiere ir?, como se piensa hacer?, cuando?, donde?,etc,etc,etc. Y en base a ello diseñar los planes y programas que sean los que se requieren para alcanzar dichos objetivos, pero sobre todo que trasciendan personas, partidos, y se busque un desarrollo Macro en pro del País y de su sociedad, de ahí la importancia de la planeación y la administración ya que al fin y al cabo es la que ejecuta las decisiones y las leyes, y por tanto es la que logra los verdaderos resultados de las políticas y programas del gobierno, sin una mejora en su diseño, sin una transformación real de los procesos, muy seguramente continuaremos en el estancamiento en que nos encontramos actualmente, al tiempo.